LOS RODETES. Elche
El edificio se inspira, con una forma sensiblemente cilíndrica, en los rodetes de la Dama de Elche. El hecho de ser cilíndrico hace que su fachada no sea jerárquica, sino que responda a todas las aproximaciones al mismo de la misma manera y se reconoce como objeto autónomo desde cualquier lugar. Ese objeto se sobreeleva para tomar conciencia y mostrar su nueva condición de hallazgo de joya que pretende ser encontrada.
Se crea, por tanto, un objeto con presencia, entidad, color, autonomía y fuerza suficiente para poder generar por sí mismo una alteración en el entorno y mejorar éste su imagen. Es en definitiva, un guiño al "objet trouvé" de Le Corbusier con la morfología de los rodetes de la Dama de Elche.